
Cuando despiertes, y te levantes,
y veas tu cuerpo en ese espejo de amor,
acuérdate: te estoy mirando.
Obsérvate despacio,
estudia cada uno de tus poros :
me verás, seré "el testigo" de tanta belleza.
Vuelve a recordar :
qué poro es el que absorbe,
cuál el que aguarda.
Resulta ridículo que,"a estas alturas de la vida".
vayamos a creer que todo esto es incierto,
una invención, sólo un sueño;
no lo es. Es simplemente vida.
Nunca me escondí,
fue que estuve en un letargo,
como los osos en invierno "
Álvarez Cruz Carlos
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